Situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, sobre un alto a 589 m. de altitud, Aínsa es lugar mágico y privilegiado para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para amantes de la naturaleza y la montaña, para esquiadores, cazadores y pescadores que encuentran aquí uno de los pocos rincones vírgenes que quedan en la actualidad, para amantes del arte y de la historia con la villa medieval y el Casco Antiguo, e incluso para los aficionados a la gastronomía de Aragón.